Cuando tengas una sesión, sea del nivel que sea, tienes que tomártela siempre en plan profesional. No hay trabajos pequeños. Las sesiones más sencillas pueden catapultarte a trabajos de mas nivel si siempre das el 100%.Haz los deberes. Deja todo claro con el fotógrafo durante la charla o reunión previa: ¿qué tipo de fotos se van a hacer?, ¿tienes que llevar tu propia ropa, zapatos, complementos?, ¿debes llevar hechas las uñas?, ¿tienes alergia a algún maquillaje o textil?, ¿llevas algún tatuaje o tienes una cicatriz o marca que el fotógrafo no ha visto? No dejes nada al azar.
Ensaya y piensa ideas para poses y expresiones en los días previos a la sesión.
No aceptes hacer fotografías de una especialidad en la que no te sientas a gusto, principalmente lencería, bikini o desnudo.
Si usas piercings y a menos que hayas acordado otra cosa con el fotógrafo, llega sin ellos puestos (llévalos con tus complementos, los puedes poner después si es necesario). Igualmente, llega sin pulseras, anillos, reloj u otras joyas que puedan dejar marcas en la piel y retrasar la sesión.
Si has acordado que alguien te acompañe durante la sesión (indispensable si eres menor de edad), pide a tu acompañante que no interfiera con el trabajo. En muchos casos en el estudio hay maquilladora, asistentes y otras personas que deben trabajar a pleno rendimiento, igual que el fotógrafo y tú.
Y por último: sé puntual siempre, en las reuniones previas, en la peluquería, en el horario de la sesión.
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Actitud
febrero 16, 2016
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